Uno de los retos más importantes de la arquitectura a la hora de crear espacios que funcionen para todos es la diversidad que existe en las personas, sus necesidades y cómo integrarlas en un diseño adecuado. Las discapacidades abarcan más de una condición; Representan una forma de vida única dentro del espectro de la diversidad humana y requieren una amplia gama de soluciones arquitectónicas para adaptarse a esta diversidad.
Según datos del Banco Mundial, se estima que 1.000 millones de personas –equivale al 15% de la población mundial– viven con algún tipo de discapacidad. En el futuro, este porcentaje podría aumentar considerablemente, dada la tendencia mundial de envejecimiento de la población. Para hacer frente a este desafío creciente, la arquitectura deberá adaptarse rápidamente, debido al papel que tienen los entornos construidos en constituir una barrera o un camino para la inclusión de personas con diferentes tipos de discapacidad, personas mayores, así como diversos colectivos que conforman la pluralidad humana.
La accesibilidad y el diseño universal se asocian comúnmente con rampas y pavimentos táctiles, ya que son los elementos con mayor presencia en los entornos construidos y suelen ser requeridos por códigos obligatorios. Para ir más allá de estos requisitos, el diseño y la tecnología innovadores podrían estar entre las diversas respuestas destinadas a promover la inclusión en el futuro. Para ello, es importante entender la discapacidad más allá de una condición relacionada con la salud y entenderla como parte de los desafíos contemporáneos de nuestra sociedad.
La inclusión, la accesibilidad y el diseño universal en la arquitectura son campos poco explorados con un potencial y beneficios enormemente emocionantes. Incluso cuando existen requisitos obligatorios en estos campos, la falta de profundidad y consideración en ellos puede ser dolorosamente perceptible. Los requisitos a menudo se cumplen de forma incompleta o no se integran en el diseño, siendo percibidos solo como un elemento a marcar y no como una parte fundamental del proyecto. El futuro podría traer soluciones aplicadas con un enfoque holístico que simplemente no podemos imaginar en este momento, y tendencias que probablemente se repetirán en los próximos años.
Navegando espacios con más de un sentido
En los procesos de diseño, la influencia de los materiales y su uso consciente es determinante, dada la relación que existe entre la arquitectura y los sentidos. Las discapacidades sensoriales crean una barrera para percibir los estímulos del contexto circundante y, como resultado, identificar los elementos arquitectónicos clave es de suma importancia.
Resaltar las dimensiones y texturas de los elementos arquitectónicos será una estrategia recurrente en el futuro para facilitar la forma en que los identificamos, como hace en sus proyectos el ganador del Premio Pritzker David Chipperfield, exhibiendo materiales y realzándolos a través del contraste; simplificando el espacio y cómo ubicarte en él a través del tacto y la visión. En el Museo de Arte de Saint Louis, el uso de formas puras en los espacios es decisivo para permitir una comprensión sencilla del espacio. El contraste entre materiales y colores es claro; las paredes blancas se destacan contra la madera en el piso y el concreto en la losa superior.
Cuando se trata de color, el alto contraste se usa ampliamente en la señalización. Esta estrategia se puede extrapolar y aplicar a la arquitectura, identificándola a través de contrastes cromáticos: en elementos estructurales, escaleras, puertas y mobiliario, para que las personas con discapacidad intelectual y baja visión puedan diferenciar fácilmente los elementos durante la navegación.
La luz como materia: Contrastes que crean caminos
El uso de la luz como material también puede ser muy utilizado para orientar a las personas con baja visión. La combinación de volúmenes contrastantes, planos de profundidad y claroscuros en corredores, patios interiores y vestíbulos crean contrastes visuales que identifican claramente diferentes elementos arquitectónicos, que además de ser visualmente atractivos también son funcionales para mejorar la percepción del espacio. Este es un ejemplo de estrategias que se pueden apalancar a favor del diseño y tener un efecto significativo.
Diseñar conscientemente para aprovechar la incidencia de la luz solar es otra estrategia multidimensional. Así como el ojo humano puede identificar altos contrastes entre colores, también puede percibir contrastes de claroscuro. La sensibilidad de nuestra vista a la luz solar directa puede filtrarse e integrarse en el diseño de proyectos a través de patios privados y lucernarios.
La consideración cuidadosa de la altura, orientación y tamaño de puertas y ventanas puede resaltar los elementos interiores a través de la luz y mejorar su visibilidad, además de generar beneficios en la eficiencia energética del edificio.
Espacios interiores más simples y abiertos
En todo el mundo, las personas viven más tiempo que nunca. La mayor parte de la población mundial actual tiene una esperanza de vida igual o superior a 60 años, lo que implica un aumento tanto en el número como en la proporción de personas mayores en la población.
Teniendo en cuenta que la arquitectura es a menudo un reflejo de las necesidades de su tiempo, podríamos esperar que algunos elementos de la arquitectura evolucionen para adaptarse a los requisitos de diseño de este grupo de población. Los espacios generosos con abundante luz natural podrían ser una tendencia potencial, ya que se espera que la población de personas mayores de 60 años se duplique para 2050. Con este aumento surge la necesidad de proporcionar espacios seguros tanto para personas de pie como para sillas de ruedas. De esta forma, las personas podrán realizar libremente sus actividades en los espacios de residencias, trabajo y esparcimiento.
Escaleras y pasillos más anchos, espacios con más maniobrabilidad y materiales sencillos pueden ser constantes en el diseño de los espacios residenciales y de alojamiento del futuro. Generar una circulación fluida y sin desniveles ayudará también a eliminar las barreras a la movilidad que actualmente siguen presentes en la arquitectura.
Mobiliario hecho para todos
El cuerpo humano ha sido el punto de referencia para la construcción de nuestro entorno, pero la diversidad de características físicas hace que cada persona sea única y diferente a las demás. Así como la arquitectura se asocia fundamentalmente con el cuerpo humano y sus proporciones, el mobiliario se vincula de la misma manera, pero a menor escala.
A lo largo de la historia, los modelos arquetípicos humanos se han utilizado en la arquitectura y el diseño, desde el hombre de Vitruvio hasta el modulor de Le Corbusier. El problema de estos modelos es que pierden su universalidad si tenemos en cuenta que se basan en modelos eurocéntricos, masculinos y representados con un físico uniforme. Este enfoque ignora cualquier variación que no se ajuste a estos estándares establecidos.
En respuesta a la diversidad de cuerpos que existen, veremos en el futuro propuestas de diseño de muebles que desafíen los estándares ergonómicos y se adapten a diferentes condiciones, contextos y formas corporales.
Innovaciones incorporadas a la arquitectura
Combinación de análisis de datos con mapeo de ciudades
Mapear la accesibilidad en las ciudades es importante para identificar aquellos lugares cuyas condiciones permiten realizar actividades de manera libre, independiente y sin barreras. Kepler.gl es una herramienta de análisis geoespacial de código abierto para conjuntos de datos a gran escala que permite a los usuarios mapear la accesibilidad en entornos construidos en diferentes dimensiones, abriendo la posibilidad de identificar qué áreas son más fáciles de navegar y cuáles pueden presentar barreras.
Esta herramienta ha encontrado aplicaciones como en el mapeo de dos distritos de la ciudad de Vigo, España, donde se identificó el nivel de accesibilidad al ocio infantil en cada edificio. El mapa consiste en calcular el número de pasos y la distancia que debe recorrer un niño para llegar a la zona infantil más cercana sin la ayuda de un adulto. A partir de esta combinación, a cada edificio se le asigna un valor numérico en función de su nivel de accesibilidad.
Iluminación y dispositivos inteligentes
En los últimos años hemos sido testigos de cómo distintas variantes de las tecnologías inteligentes se han instalado en la vida cotidiana. Los dispositivos se han diversificado en diferentes sectores y han encontrado su aplicación desde los hogares hasta los edificios a gran escala.
La iluminación –como elemento intrínseco de la arquitectura– se verá muy beneficiada ya que veremos sistemas avanzados que podrán ser controlados de una forma menos compleja y más remota, facilitando que cualquier persona pueda modificar ambientes y niveles de iluminación sin interactuar físicamente con un control remoto.
Las ventajas de los sistemas inteligentes se traducirán en edificios mejor conectados donde se priorizarán las necesidades y preferencias de los usuarios. El control sin contacto, los comandos de voz o los gestos permitirán una mayor usabilidad para todas las personas, tengan o no alguna discapacidad, y un entorno donde el uso de dispositivos físicos parezca menos necesario.
Independientemente de lo que depare el futuro, están surgiendo varias propuestas prometedoras a través de varios enfoques de diseño. Como arquitectos, existen muchos enfoques para mejorar la inclusión a través de la arquitectura, que combinados con mejoras en las políticas y códigos pueden conducir a un mundo más humano para todos.